Graymalkin Lane

Comenzamos con un número de transición tras la grandísima saga Reino Negro del tomo anterior. La JSA se acostumbra a su nuevo status, con el antiguo Hourman nuevamente entre ellos, la relación entre Starspangled Kid y Shazam tambaleándose por los prejuicios de algunos de sus compañeros (que desconocen el secreto de Shazam), la reunión entre el Dr Fate y su esposa... Eso sí, todo ello aderezado con la presencia de un personaje que tendrá mayor importancia en el futuro por lo que se deduce en el último número del tomo: Degatón, el viajero del tiempo. Sean Phillips cumple en su línea.

A continuación, la trilogía Redención Perdida nos trae de vuelta a Hal Jordan, pero aún bajo la forma del Espectro. En esta saga, Johns aprovecha para profundizar no sólo en la mitología y en el grandísimo poder que tiene el Espectro, sino que también nos presenta nuevos aspectos de la personalidad de Dr Midnite y Mr Terrific. Una historia altamente recomendable, con muertos vivientes por todos lados, "traiciones" en el grupo, situaciones límites y muchas sorpresas. Tom Madrake hace un gran trabajo en esta saga.

Finalmente, un número que, debido a la GRAN coordinación que Planeta tiene en el Universo DC, te spoilea parte del arco argumental del siguiente tomo, ya que en las primeras viñetas aparece un personaje que estaba desaparecido... ejem... GRACIAS!! ¬¬. Por lo demás, un tie-in con Crisis de Identidad que lo meten aquí para que quede mejor coordinado y que tampoco es para tanto. Salvo el final, cuya continuación la veremos en el tomo #10, supongo. The Ultimates 2 #4 The Ultimates Annual #1 Guión: Mark Millar Dibujo: Steve Dillon. Panini, 48 páginas. 3, 35€ Típico número en el que los personajes de The Ultimates vuelven a demostrar que son los más chulos en lo que hacen. Y tal. Se aportan ideas interesantes, como lo de los nuevos reclutas del programa Supersoldado de SHIELD y cosas así, como la especie de USAgente que presenta, pero, vamos, que no es, precisamente, una historia ni imprescindible, ni necesaria, ni interesante ni nada de nada. A Steve Dillon le he visto días mejores.