Graymalkin Lane

Hay películas que siempre he considerado que se disfrutan más en casa que en el cine y Buenas Noches y Buena Suerte es prueba de ello. No es que sea una película que en el cine pierda interés, pero es que sí que es una película que, primero, hay que conocer determinados datos para disfrutarla (datos que en casa puedes consultar en enciclopedias y en internet) y, segundo, es una película que no está hecha para todos los paladares, por lo que puede ocurrir que alguien se duerma en el cine y empiece a roncar como un loco/a (caso verídico, nos ocurrió cuando fuimos a verla al cine...). El argumento: EEUU, 1953, mientras McCarthy lleva a cabo su Caza de Brujas desenmascarando a rojos e izquierdosos, Edward R. Murrow, de la cadena de TV CBS, realiza en su programa de televisión un reportaje sobre Milo Radulovich, meteorólogo del Ejército del Aire al que han despedido porque se ha negado a "entregar" a su padre y a su hermana. Esto llevará a que McCarthy denuncie a Murrow como simpatizante comunista, por lo que comenzará la "guerra" entre el senador y el programa de Murrow, See it Now, guerra en la que estará en juego el derecho a la libertad de expresión. Obviamente, es un tema complejo y que para algunos podría resultar complicado de entender, ya que, entre otras cosas, la película se convierte casi en una apología de otro tipo de televisión, una televisión comprometida, objetiva, sin afiliaciones políticas y que busca la verdad y no únicamente el entretenimiento y la carnaza para subir audiencias. Una televisión que ninguno de nosotros conoce, claro, somos de otra época... Aunque, bueno, este tipo de televisión que George Clooney, director de la película, defiende daría lugar a, precisamente, todo lo contrario: una televisión manipulada y manipuladora que se compremete a tener a la población distraída mientras a su alrededor ocurren cosas. Pero eso es otra historia. La película muestra de una forma lenta, parsimoniosa y sin sobresaltos (pese a la agitación que se percibe en la redacción de la CBS) la lucha de los periodistas de la cadena de televisión contra McCarthy, nos permite ver cómo tuvieron que arreglárselas para estar al día y encontrar la forma de desarmar a su oponente en una época en la que la comunicación a grandes distancias no era tan habitual como ahora. Quizás muchos de los detalles que más me gustaron fueron, precisamente, las escenas en las que se muestra el trabajo previo a cada programa, la elaboración del guión, la búsqueda de las noticias, la grabación de los vídeos... Historia viva de la televisión.

Por el lado positivo, la interpretación de los actores. Sobre todo de David Strathairn, a quien no conocía de absolutamente nada y que me ha encandilado. También me ha sorprendido George Clooney, a quien no había visto nunca en versión original y que me ha parecido que lo hace muy bien y que no se queda sólo en una cara atractiva. El resto del reparto está bastante bien también, aunque su intervención es tan coral que me es difícil hablar de cada uno de ellos en especial o destacar a unos sobre otros. Otro punto a favor de la película es meter de forma indirecta otros temas que preocupan actualmente y que en los 50 se vivían de otra manera: la política de empresa (nada de matrimonios entre empleados), el tabaquismo (se pasan tooooooooooda la película fumando), la publicidad que nos domina... Técnicamente, destaca el uso de imágenes reales para introducir a McCarthy en la película, aunque a veces puedan ser escenas demasiado largas.

Por el lado negativo, es una película relativamente lenta, a mí no me supone problema alguno, pero a más de uno sí que le puede echar para atrás. Además, los subtítulos se confunden con el blanco y negro.