Hija de la Fortuna
La verdad es que cuando escogí esta novela de entre todos los libros que hay en mi casa no sabía lo que hacía. Lo hice por dos motivos: un poco de lectura ligera para la guagua y la curiosidad por leer algo de Isabel Allende, una novelista que tanta fama tiene y que tanto gusta a mucha gente que conozco. Y, tras leer Hija de la Fortuna, no lo entiendo. Es decir, la novela se deja leer, pero adolece de algunos rasgos que, a mi juicio, son claves para destrozar una lectura.
- La historia de amor es bastante insuficiente como para ser el motor de la historia.
- Hay momentos en que el "enciclopedismo" (esto es, coger y meter en medio del desarrollo de la novela párrafos casi directamente calcados de un libro de historia, de una enciclopedia, etc) llega a ser cargante. Sí, está bien que te pongan en situación ("La fiebre del oro de California", historia y cultura china, situación histórica de Chile a mitad del siglo XIX, etc), pero cuando eso es algo casi constante aburre. Además, que a saber la manipulación a la que somete la autora la información, que pillé un par de gazapos...
- Las revelaciones. Como si de una telenovela se tratara, aparecen padres que no lo eran hasta hace poco, amantes despechados, la madre autoritaria que esconde una pasión inaudita, fantasmas chinas, etc... Vamos, casi todo bastante gratuito y para llenar páginas.
Después, la obra tiene sus puntos positivos, como una evolución de la mayoría de los personajes que, en mi opinión, es lo mejor de la historia. También hay momentos bastante logrados y alguna intriga que mantiene la tensión durante el tiempo suficiente como para que no te aburras del todo. Sin embargo, en general, esta novela me parece bastante normalita. Supongo que, o bien debería leerme la trilogía en la que se incluye (cosa que, de momento, no haré), o bien debería haber probado antes con La casa de los espíritus, la que parece que es su mejor novela. O, tal vez, con los cuentos de Eva Luna, que dicen que no están mal...Bueno, en todo caso, este tipo de novelas tan sentimentales no son muy de mi agrado, así que pasará un tiempo antes de volver a leer algo así... y pensar que tengo la novela de Big Fish esperando en mi mesa a que pueda cogerla...