Graymalkin Lane

Después del explosivo reencuentro de los Thunderbolts, después de ganarse el favor de los superhéroes y de lograr salvar a Nueva York de una invasión de un grupo renegado de Atlantis, At'La'Tique, los Nuevos Thunderbolts están en el punto de mira de los medios de comunicación y Nicieza aprovecha para escribir un número (el #7 USA) de esos de "quién es quién" en el que se disecciona el pasado, presente y futuro de los miembros de la actual encarnación del grupo. Y el Hombre Púrpura sigue maquina que te maquina y en plan siniestro hablando con El Espadachín. Pájaro Cantor abandona el grupo. Sienkiewicz hace páginas preciosas y otras menos logradas. No está mal. A partir del #8 USA comienza por fin la acción y Nicieza demuestra que se mueve bien con la continuidad Marvel, especialmente de los villanos, y le da vidilla a la interacción entre los personajes (la escena entre Genis y Mónica Rambeau es impagable), hace un par de giros argumentales curiosos y nos deja con un cliffhanger de infarto que se desarrollará en los siguientes números y en los que Nicieza nos deja claro que sus nuevos Thunderbolts son tan siniestros como los anteriores. Demonio Veloz trata de redimirse, pero el Hombre Radiactivo, en su afán de vengarse contra Atlantis, está provocando una catástrofe natural que amenaza con destruir a Atlantis por envenenamiento radiactivo. Y, para demostrar que estos Thunderbolts son menos "héroes" que los anteriores, el final de la historia, tan abierto como impredecible.

Tras esta historia, comienza por fin el desenlace de la historia con el Hombre Púrpura que, si bien está bien hecha, el tratamiento que se le está dando al personaje en los últimos tiempos me recuerda muchísimo al que Kavanagh le dio en X-Man hace ya como 9 años o así, en una saga en la que conseguía, sin tener que utilizar ningún artilugio, que todo Nueva York considerase a Nate Grey un héroe y, luego, un villano. Eso sí, esta versión del Hombre Púrpura es mucho más interesante, ya que por fin han conseguido entender lo que un hombre con esos poderes haría. Follar. Joder a la gente que te cae mal. Y volver a follar. Ejem. Es un personaje muy poderoso y peligroso, que llega a controlar a todos los superhéroes que quiere hasta el punto de hacer que se tiren de un edificio para salvarse él. Eso sí, aunque me gusta que sea tan manipulador, el que acabe resultando que todo lo que les ha ocurrido a los Thunderbolts desde que se volvieron a unir sea algo causado por él me pareció previsible y, sobre todo, falto de interés. Como si, realmente faltara algo y Nicieza no hubiera sabido llevar bien la intriga. Aunque la sorpresita final le hace ganar puntos. Hacía falta que ese personaje volviera. Ah, sí, en medio de la saga nos cuelan el número de turno crossoveando con House of M. Muy simpático, sobre todo porque está contado desde el punto de vista del Capitán Marvel, pero no pasa de ser anecdótico, como, en general, todo el crossover, que, por lo que llevo leído, es bastante intrascendente. Por suerte, sus repercusiones sí que serán importantes.

Valoración: cómic para todos los públicos, entretiene, te hace soltar alguna sonrisilla y genera interés. Una de mis series favoritas. Recomendado a: seguidores de Marvel en general, de Los Vengadores y demás grupos no mutantes de Marvel. Y si eres seguidor mutante también.